Esas laaargas noches.

Si existe algo que el autismo más trastorna es el sueño,   ya había publicado un post al respecto (El sueño en niños con autismo). Sebastián ya completa varios noctámbulos meses con las consecuencias que implican para él y para mi.  El sueño es importantísimo para su aprendizaje, para sus conexiones neuronales y para que tenga un bonito día,  eso es clarísimo,  pero no siempre logro el objetivo del dulce sueño.

Los médicos me han dicho que la medicación puede ser una posibilidad.  Yo,  activista antimedicación prefiero buscar las causas que me encaminen a la solución. Esta es la razón por la que escribo el post,  pues conozco de otras madres y otros padres que pasan por lo mismo.  Aquí les cuento lo que he ido descubriendo  y aplicando para mejorar este aspecto.

* Levantarlo temprano,  a la misma hora todos los días sin importar que sea Domingo.  A veces las noches en vela se convierten en círculos viciosos que hacen que en la mañana duerman más de lo normal y afecten el tiempo de calidad en la noche.

* Mantener una rutina física.  El ejercicio ya sea caminar,  jugar balón,  patinar,  funciona muy bien para bajar los niveles de estrés y generar un sano agotamiento que llevará al sueño.  Trato de no practicar deporte en la tarde porque tiende a agitarse mucho.

* Cero tele o computador en la noche. Parece obvio pero algunas  mamás que estamos en casa hemos usado estas dos «herramientas» para poder hacer nuestras actividades y tenerlos ocupados,  más si son inquietos. En especial el computador tiene un efecto devastador en el sueño,  activa muchas funciones  cerebrales que  de manera natural se relentizan para preparar el cuerpo para descansar. La televisión cumple la misma función y es por esto que aunque no se las quité del todo si evito que después de la seis de la tarde los use.

* Su cuarto,  solo para dormir. He notado que recibir visitas en el cuarto hace que la energía quede «cargada» (y eso que dudo del Fengshui). Tampoco se debe usar este espacio para jugar o ver tele. Nuestros hijos obedecen a estructuras muy marcadas y el darle un único objetivo a este espacio hace más fácil el sueño.

* Por último,  la alimentación. En cuanto a la comida cada uno conocemos aquellos alimentos que influyen positiva o negativamente en el estado de ánimo de los chicos.  Particularmente evito refrescos, cafe,  chocolate,  te,  pasteles con crema.  Alguna vez alguien dejo una taza de café a medio tomar en la cocina,  lo recordé cuando eran las cuatro de la madrugada y Sebas permanecía despierto, él se había bebido la otra mitad.

Hasta ahora tenemos noches intermitentes y cada día descubro un nuevo factor que afecta el buen dormir.  No queda otra que tener paciencia,  consistencia y más paciencia para superar estas etapas.  Mientras tanto cuando intuyo que Morfeo tardará permanecemos con la lámpara encendida,  el con un cuento,  yo con un buen libro. Dulces sueños para todos.

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